Entrevistamos a Fernanda Soria, estudiante de la Facultad de Psicología, quien nos cuenta acerca de la organización a la que pertenece, «Yo podría ser ella». Una iniciativa que busca concientizar la problemáticas del Acoso Sexual Callejero y también, está enfocada en la lucha contra la violencia contra la mujer. Además, fue uno de los proyectos ganadores del Concurso de Iniciativas de Responsabilidad Social para Estudiantes organizado por la Dirección Académica de Responsabilidad Estudiantil (DARS) y actualmente, tiene como sus integrantes a Fernanda Soria, Alexandra García, Harumi Gonzales, Fernando Reyes, Sandra Ccahuana y Emi Nako.
¿Cómo surge esta iniciativa?
Muchas gracias por la oportunidad, para nosotras es importante visibilizar nuestra iniciativa. En el curso de psicología y violencia, nosotros hacemos un diagnóstico sobre las probabilidades sobre las problemáticas justamente a temas vinculado a violencia en un colegio de Barrios Altos, en este colegio identificamos temas vinculados a tocamientos indebidos, embarazos muy tempranos. La zona donde estaba ubicado el colegio era realmente una zona de peligro, tanto es así, que en la entrada del patio del colegio, se ubicaba un mapa donde se mencionaba las zonas seguras y solo se mencionaba una salida que, justamente, me parece que era por el mercado central, y eso, nos da un ejemplo de cuan peligrosa era la zona. A partir de eso, se hace un diagnóstico y también un diseño de una intervención en contra de una problemática importante que nosotras identificamos que es el acoso sexual callejero. Y a manera preventiva se realizó las coordinaciones, terminó el curso, fue un trabajo satisfactorio y con un alto rendimiento también. Luego en febrero decidimos postular a un concurso de iniciativas de responsabilidad universitaria PUCP. En marzo, ganamos el fondo y teníamos que implementarlo; sin embargo, por el tema de la pandemia fue bastante difícil intervenir en este colegio, buscamos a otro que tenga las herramientas necesarias y donde las niñas también puedan conectarse.
¿Cómo vienen trabajando actualmente?
De hecho, tenemos un plan de trabajo demasiado intenso en estos momentos, nosotros no pudimos realizar la intervención en ese colegio; entonces, lo que hicimos fue buscar otro colegio que tenga las facilidades de herramientas como te comentaba, una plataforma instalada, con la cual las niñas se sientan cómodas, que sea familiar y cotidiano para ellas. Por eso, nos encontramos interviniendo en el colegio Cristo Rey del distrito de Ate. Realizamos reuniones y talleres lo sábados durante una hora y durante la semana, les dejamos una tarea para que ellas las realicen y envíen por un grupo de WhatsApp que tenemos. Esta es la forma en la que hemos estado evaluando: termina cada modulo y evaluamos el aprendizaje.
Ahora, no solamente nos quedamos en este tema de la intervención, sino que estamos muy activos en nuestras redes sociales, tratando de visibilizar el acoso y el abuso sexual callejero sino también el ciberacoso en esta época de pandemia. Lo que sucede es que, personas que no conocemos nos hablan o comienzan a tener un contacto directo, nos presionan para tener algún tipo de conversación. Este tema también lo vemos dentro de la intervención y, es algo que las niñas están trabajando. Luego, también estamos solicitando un presupuesto a la iniciativa DARS para implementar una plataforma virtual que ofrezca este taller “Yo podría ser ella” vinculado al abuso sexual callejero y al ciber-acoso y luego, ya extender a otros tipos de violencia. Lo que sucede mucho es que a veces no identificamos que algunas situaciones pueden identificarse como violencia y por tanto no las denunciamos o no hacemos nada al respecto; entonces lo que nosotros queremos es, generar conciencia de los tipos de violencia pero que estos conocimientos y, estos talleres no solamente lleguen a esas niñas que lleguen en ese colegio sino que cualquier mujer en el Perú o niña pueda acceder a estos talleres, ya sea que se encuentren en Arequipa, Piura, etc. Entonces, lo que buscamos es tener un a plataforma virtual con módulos ya subidos a la pagina y con evaluaciones creo que nos puede brindar esas facilidades y a largo plazo tenemos la misión de convertirnos en un referente en cuanto a los talleres vinculados a la visibilización de la violencia, para ello estamos preparando un plan, estamos alistando también para diciembre investigaciones sobre el acoso sexual callejero y, para el próximo año, queremos extender estos talleres a distintos colegios de Lima, no solamente del que lo hemos empezado y también abarcar otras etapas del desarrollo como la adolescencia.
¿Consideras que esta crisis ha incrementado la violencia que viene desde casa?
Lamentablemente, en esta época de pandemia, en donde las mujeres hemos estado en casa encerradas, muchas veces hemos estado conviviendo con nuestros agresores. Entonces, yo siento que lamentablemente, el contexto de pandemia, lo que ha hecho es agravar las distintas manifestaciones, pero creo que también, por otro lado, ha permitido identificar esta problemática. No solamente el tema de la violencia dentro del hogar, sino también posible desapariciones de mujeres, que lo hemos visto en distintos medios de comunicación y sobre eso, nosotros también estamos pensando en postular a otra iniciativa que es de un grupo grande empresarial en donde estamos tratando de vincular el tema del COVID 19 con algunas iniciativas que se puedan dar para visibilizar la violencia. Aún estamos en la etapa de planificación, pero sí es importante darnos cuenta de que, si bien existe un centro de llamadas en donde la mujer puede llamar y hacer una denuncia, también muchas de ellas viven con su agresor, que se les hace difícil llamar a pedir ayuda si su agresor esta delante de ellas. En ese sentido, nosotros podríamos aportar algo interesante para aportar desde nuestro rol de estudiante y futuros psicólogos.
¿Qué cambios deberíamos hacer como sociedad para poder enfrentarnos a esta problemática?
Cuando nosotros iniciamos todos los talleres que hemos venido realizando, siempre partimos por el tema que se cuestiona: estereotipos y roles de género. Hemos cuestionado muchas veces en cuanto al acoso que a veces, las mujeres sentimos que provocamos a los hombres, les poníamos estos ejemplos s las niñas y las niñas nos decían que ellas no los estaban provocando, ellas quisieron ponerse un vestido o quisieron salir a la calle de manera bonita porque le habían regalado un vestido y nadie tiene que porque decirle nada.
Grande era nuestra satisfacción al escuchar estas frases, quizás empezar a cuestionar de que, por ejemplo: el acoso sexual callejero es eso, es acoso, es un tipo de violencia. Lo hemos naturalizado tanto que, muchas veces queremos salir a la calle y nos queremos poner mucha ropa, para que no nos miren y no nos acosen, para que no nos incomoden, pero no somos nosotras las que debemos cambiar, nosotras no tenemos porqué cambiar nuestro aspecto. Los que tienen que cambiar sus conductas son los hombres que acosan, porque son mayormente varones. Ellos tienen que cambiar la forma como se relacionan con las mujeres también, pero no solamente los varones si no también algunas mujeres que nos han dicho frases como “Bueno, pero acostúmbrate, eso es normal”. Desde «Yo Podría Ser Ella» siempre manejamos un lenguaje frontal con las niñas, estos actos no son normales, si te sucede puedes identificar quiénes están alrededor, quién puede ser mi apoyo, analizar con quién estoy, qué puedo hacer, si es pertinente y si puedo realizarlo y no correo ningún riesgo decirle: Eres un acosador, no tienes porque hablarme en la calle si no me conoces, me estás incomodando.
Sin duda, trabajar con niñas es bastante motivador, han habido momentos muy retadores como el reconocer algún tipo de violencia, el que alguna niña por privado te escriba y te comenté “Miss, a mí me ha pasado esto” cuando hablábamos de temas vinculados al acoso o al tocamiento indebido. Lo supimos afrontar muy bien con el respaldo de nuestra asesora que es Priscilla Pecho Ricaldi que también es docente de la Facultad. ¿Cuántas niñas más eran y que no se animan a decir estas cosas? Entonces, también te sitúa en una realidad dura y difícil pero justamente porque es dura y difícil es urgente y se necesita atender. Yo creo que, desde la psicología ,como profesionales, podemos hacer mucho y eso, es lo que empezamos a hacer. Estamos realmente comprometidos con generar cambios para el bienestar de mujeres y niñas y sobre todo, quería precisarte algo, también habíamos incluido algo que nos parecido importante y es el tema de sororidad. Nosotros hemos implementando un espacio que se denomina “Escuchándonos” donde primero empezamos con unas reglas básicas y claras. No juzgar, escuchar y ser empáticas, con esas reglas comenzamos el espacio y empezamos hacer unas preguntas, pero de conversación frontal con las niñas, una conversación directa, amena, donde podemos formar vínculos, donde muchas veces hemos preguntado ¿Alguna vez te pasó esto? ¿Te sentiste incomoda en la calle?,etc.
¿Qué queremos trasmitir con este espacio? Como mujeres debemos darnos cuenta de que también, otras mujeres han atravesado hechos de violencia y justamente, entre nosotras, podemos crear el apoyo, redes de soporte. La iniciativa de otro proyecto que se llama «Somos Una», consiste en llevar un brazalete morado para que si por ejemplo, tú estas en la calle y alguien lleva este brazalete morado, puedes acudir a esta persona. Nosotros en «Yo Podría Ser Ella» intentamos realizar algo similar, intentamos fomentar en que confíen en otras mujeres porque ellas también han podido ser víctimas de estos hechos y, los niñas agradecen mucha esta conversación. Creo que lo mas bonito y la retribución mas importante que hemos tenido en todo este tiempo que venimos trabajando con ellas, son sus consultas, sus dudas o frases como : Mujeres no tenemos que ser violentadas, yo le diría a ese acosador que no me diga esas cosas. Las mujeres somos fuertes, somos valientes y no, no es nuestra culpa. Entonces, ahora ultimo, estábamos revisando un trabajo y una de las niñas se grabo ella misma y le dijo a su mamá y a su hermano que la graben, aunque el hermano editó el video y ella bailo una canción en contra del acoso sexual callejero con coreografía y cantada, fue realmente gratificante.
Nosotras cuando nos despedimos, nos despedimos con una sonrisa que nadie nos borra durante un largo tiempo y nadie nos va a borrar.
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